En el capitalismo todo es mercancía, inclusive la salud. Lo que hizo la ley 100 de 1993 fue entregar este jugoso negocio a los cazadores de rentas extraordinarias. Ya se pueden observar algunos de los resultados. Las cosas no se quedan ahí, el gobierno va por el mismo camino con la educación, como otro gran negocio al que ya le han echado mano, pero que todavía ofrece mucha posibilidad de enriquecimiento. Todavía se puede impedir que avance el proceso de privatización.
Importante la columna de Eduardo Sarmiento sobre el tema de la salud: